El lugar de fiesta por excelencia para los zamoranos, durante décadas, cambiando e innovando pero siempre siendo el punto de reunión. De las antiguas bodegas a los bares actuales, del ocio nocturno a reinventarse como pequeñas tabernas gastronómicas. Pequeños recintos que viven de la barra y que no ven el momento de abrir. Su calle, tan llena siempre, es un remanso de paz a la espera de poder volver a la actividad.
Un par de bares de los Herreros tienen terraza aunque uno de ellos, el Trabanca, no está en la calle de los Herreros. La mayoría de ellos ni siquiera tienen un gran espacio para mesas dentro para poder empezar a servir a sus comensales. Y el 90% de ellos vive de la barra, algo que en Zamora queda tan lejano.
Wine Bistro ha sido uno de los primeros en abrir sus puertas para encargos de comida a domicilio y es que los «nuevos» Herreros con más bares que pubs buscan su supervivencia con las tapas y los menús. Su camino podrían seguirlo otros de los bares que no podrían servir dentro de sus locales hasta dentro de más de quince días y a los que les quedarían otros 15 para pasar a la fase 3.
Los bares de fiesta, en la mayoría, no tienen mesas para sentarse en sus locales por lo que ven complicado abrir pronto ya que, además, el aforo que se les permitiría no llegaría para tener en sus locales más de 4 o 5 personas, lo que imposibilitaría su apertura.
Fuente: Zamora News
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